martes, 31 de agosto de 2010
¿Los gatos se pelean con los perros?
No, los gatos no se pelean con los perros solo es un mito,los perros pueden vivir con los gatos,los gatos se pelean o los quieren arañar los perros porque cuando un perro juega con ellos les causa miedo o si es un perro desconocido al no saber quien es el gato,el perro defiende su territorio.Pero no es cierto si al perro lo crías con el gato o lo acostumbras pueden vivir tranquila mente
¿por qué los gatos caen parados?
Los gatos tienen 40 huesos más que el hombre repartidos entre la columna y la cola principalmente, lo que le da una flexibilidad excepcional.
También los discos entre las vértebras son más gruesos que los humanos y se estiran, giran y contraen mucho más, lo que les posibilita adoptar posturas casi imposibles.
Pueden aumentar la longitud de su cuerpo en un 11%, recorren cinco veces la longitud de su cuerpo de un salto, lo que equivale a cruzar de un salto el equivalente humano del ancho de una piscina y, mientras las patas de atrás ejecutan el salto por medio de un estallido de fuerza bruta, las delanteras recuperan el equilibrio en una décima de segundo.
El torso es estrecho, lo que posibilita que las patas delanteras puedan colocarse muy juntas, utilizando la cola para mantener el equilibrio, si este equilibrio se pierde tienen un sistema exclusivo de alarma: el líquido del oído interno chapotea y desencadena un reflejo auto corrector que les asegura casi siempre caer de pie, una vez en el suelo, vuelven el líquido a su sitio con un rápido movimiento de cabeza
También los discos entre las vértebras son más gruesos que los humanos y se estiran, giran y contraen mucho más, lo que les posibilita adoptar posturas casi imposibles.
Pueden aumentar la longitud de su cuerpo en un 11%, recorren cinco veces la longitud de su cuerpo de un salto, lo que equivale a cruzar de un salto el equivalente humano del ancho de una piscina y, mientras las patas de atrás ejecutan el salto por medio de un estallido de fuerza bruta, las delanteras recuperan el equilibrio en una décima de segundo.
El torso es estrecho, lo que posibilita que las patas delanteras puedan colocarse muy juntas, utilizando la cola para mantener el equilibrio, si este equilibrio se pierde tienen un sistema exclusivo de alarma: el líquido del oído interno chapotea y desencadena un reflejo auto corrector que les asegura casi siempre caer de pie, una vez en el suelo, vuelven el líquido a su sitio con un rápido movimiento de cabeza
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